miércoles, 22 de mayo de 2013

La generación de los ochenta… bendita generación.


La generación de los ochenta… bendita generación.

Esto va dedicado a la generación más privilegiada (según mi humilde opinión) del milenio, aquellos que nacimos a principios de los ochenta y finales de los setenta.

Después de ver uno de aquellos programas de la 1, aquella que ésta generación hemos visto crecer, empecé a pensar, y después de buscar alguna cosa en contra, me di cuenta que éramos la generación más privilegiada de estos dos milenios. Hemos visto que cuando veíamos la tele teníamos la 1 y la 2, que se preocupaban más de tener más horarios infantiles y educativos y menos por las audiencias y el morbo, en las que veíamos esos programas que hoy seguramente estarían prohibidos ya sea por política o por otras actividades que seguro sacarían, quien no se acuerda de cajón desastre o la bola de cristal, los payasos de la tele o barrio sésamo. Hemos visto nacer a todas las televisiones privadas y hemos pasado del televisor en blanco y negro a la tele en color, en que nos dijeran: “ale nene ve y cambia de canal” a tener un mando a distancia. A ver cómo cada vez, se hace más pequeño y más fino todo lo que tenemos, el plasma, Lcd, 3d, etc.

¿Y qué hay que decir sobre la transición electrónica? Desde el transistor que teníamos todos en nuestra casa, ya sea por nuestros abuelos o por nuestros padres para oír el futbol los domingos, al cassette, y los walkman, luego al de doble pletina y ¡¡llegábamos a grabar!! De ahí a las mini cadenas con un apartado que se llamaba CD, ¿Quién sabía que era eso que venía a revolucionarnos las cintas? Si lo último redondo que vimos fue los discos de vinilo que teníamos en casa, de ahí a los radio cd’s, mp3, mp4, iPod…etc., etc. Aquellos videos que los que tuvieron suerte y se los compraron de VHS pudieron gastarlos hasta la aparición de los DVD’S, sino eran de BETA.

Hemos sido niños a los que llegábamos a casa, merendábamos viendo los “DIBUS” y nos bajábamos a la calle a jugar con lo que fuera, nos manchábamos, nos hacíamos daño en las rodillas, rompíamos el chándal; y las pelotas de futbol, hasta que no se veía el globo del balón seguíamos dándole patadas. Íbamos al colegio o institutos sin necesidad de preocuparnos si la minifalda pegaba con los zapatos y el carmín, y quedábamos al salir de clase en un punto concreto sin necesidad de llevar esa carga que sin él no podemos vivir… el móvil.

Hemos visto el cambio ya no de año, sino de siglo, fuimos los primeros nietos de la postguerra, oyendo batallitas, y los hijos de la dictadura, nos han enseñado principios, tolerancia y respeto entre otras muchas cosas. Vimos la caída del muro de Berlín y el cambio de la mili obligatoria a profesional. Hemos podido ver como dos personas que quieren pueden ir por la calle sin que les llamen ninguna barbaridad, casarse e incluso tener hijos, aunque a algunos aún se le llene la boca cuando ve estas cosas de decir "si franco levantara la cabeza".

En definitiva ahora que soy adulto y soy padre, al ver que doy paso a otra generación, me paro a pensar y digo, ¿a mi hija solo le espera una era de informática y de sedentarismo?¿de una evolución tan rápida que se pierden las esencias de las cosas?, lamento mucho que no pueda vivir la gran mayoría de cosas que yo he vivido y por lo que me siento tan orgulloso y privilegiado, y desde aquí, os digo, intentad que todo lo que hemos vivido, todo lo privilegiados que hemos sido y con el paso de los años, no se pierda, y que las generaciones venideras recuerden quienes fuimos y que vivimos…. … LA GENERACION DE LOS OCHENTA.


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