La generación de los ochenta…
bendita generación.
Esto va dedicado a la generación más
privilegiada (según mi humilde opinión) del milenio, aquellos que nacimos a
principios de los ochenta y finales de los setenta.
Después de ver uno de aquellos
programas de la 1, aquella que ésta generación hemos visto crecer, empecé a
pensar, y después de buscar alguna cosa en contra, me di cuenta que éramos la
generación más privilegiada de estos dos milenios. Hemos visto que cuando
veíamos la tele teníamos la 1 y la 2, que se preocupaban más de tener más
horarios infantiles y educativos y menos por las audiencias y el morbo, en las
que veíamos esos programas que hoy seguramente estarían prohibidos ya sea por
política o por otras actividades que seguro sacarían, quien no se acuerda de
cajón desastre o la bola de cristal, los payasos de la tele o barrio sésamo.
Hemos visto nacer a todas las televisiones privadas y hemos pasado del
televisor en blanco y negro a la tele en color, en que nos dijeran: “ale nene
ve y cambia de canal” a tener un mando a distancia. A ver cómo cada vez, se
hace más pequeño y más fino todo lo que tenemos, el plasma, Lcd, 3d, etc.
¿Y qué hay que decir sobre la
transición electrónica? Desde el transistor que teníamos todos en nuestra casa,
ya sea por nuestros abuelos o por nuestros padres para oír el futbol los
domingos, al cassette, y los walkman, luego al de doble pletina y ¡¡llegábamos
a grabar!! De ahí a las mini cadenas con un apartado que se llamaba CD, ¿Quién
sabía que era eso que venía a revolucionarnos las cintas? Si lo último redondo
que vimos fue los discos de vinilo que teníamos en casa, de ahí a los radio
cd’s, mp3, mp4, iPod…etc., etc. Aquellos videos que los que tuvieron suerte y
se los compraron de VHS pudieron gastarlos hasta la aparición de los DVD’S,
sino eran de BETA.
Hemos sido niños a los que
llegábamos a casa, merendábamos viendo los “DIBUS” y nos bajábamos a la calle a
jugar con lo que fuera, nos manchábamos, nos hacíamos daño en las rodillas,
rompíamos el chándal; y las pelotas de futbol, hasta que no se veía el globo
del balón seguíamos dándole patadas. Íbamos al colegio o institutos sin
necesidad de preocuparnos si la minifalda pegaba con los zapatos y el carmín, y
quedábamos al salir de clase en un punto concreto sin necesidad de llevar esa
carga que sin él no podemos vivir… el móvil.
Hemos visto el cambio ya no de año,
sino de siglo, fuimos los primeros nietos de la postguerra, oyendo batallitas,
y los hijos de la dictadura, nos han enseñado principios, tolerancia y respeto
entre otras muchas cosas. Vimos la caída del muro de Berlín y el cambio de la
mili obligatoria a profesional. Hemos podido ver como dos personas que quieren
pueden ir por la calle sin que les llamen ninguna barbaridad, casarse e incluso
tener hijos, aunque a algunos aún se le llene la boca cuando ve estas cosas de decir
"si franco levantara la cabeza".
En definitiva ahora que soy adulto y
soy padre, al ver que doy paso a otra generación, me paro a pensar y digo, ¿a
mi hija solo le espera una era de informática y de sedentarismo?¿de una
evolución tan rápida que se pierden las esencias de las cosas?, lamento mucho
que no pueda vivir la gran mayoría de cosas que yo he vivido y por lo que me
siento tan orgulloso y privilegiado, y desde aquí, os digo, intentad que todo
lo que hemos vivido, todo lo privilegiados que hemos sido y con el paso de los
años, no se pierda, y que las generaciones venideras recuerden quienes fuimos y
que vivimos…. … LA GENERACION DE LOS OCHENTA.
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